Literatura de terror gótico
En las sombras de castillos olvidados, y entre los senderos secretos de los bosques, se esconde un tipo de literatura sin igual: la narrativa gótica (el origen de la literatura de terror). Como escritor y lector del género, te cuento todo lo que sé…
"Una vez más, bienvenido a mi casa. Ven libremente, sal con seguridad; deja algo de la felicidad que traes". Drácula (1897), Bram Stoker.
Índice de contenidos
Definición de literatura gótica.
La primera novela gótica de la literatura.
Características de la narrativa gótica de terror.
Evolución del género gótico (siglo XIX).
El terror gótico en los siglos XX y XXI.
¿Qué es la literatura gótica?
La literatura gótica es un género que se nutre profundamente de las historias de fantasmas, y de las leyendas medievales de terror que forman parte del folclore europeo; sin olvidar, la influencia de criaturas monstruosas, y otras lindezas, que a menudo tienen sus raíces en la mitología clásica. Todos estos elementos juegan un papel crucial en la construcción de lo sobrenatural, de lo siniestro, con la idea de transgredir los límites de la razón.
El gótico apareció en el siglo XVIII desafiando a la lógica ilustrada, que aseguraba que todo debía analizarse, explicarse y entenderse a través del intelecto. Pues bien, ¿qué hay en el extremo opuesto a la lógica? ¡Un fantasma!
La narrativa gótica, o “literatura de fantasmas”, es el origen de la literatura de terror; un género que busca asombrar a los lectores a través del uso de los elementos mencionados con anterioridad. Este tipo de narrativa ha ido evolucionando con los siglos, y se diferencia de movimientos posteriores como el terror moderno, el horror o gore, o las creepypastas.
El origen de la literatura gótica
Como ya hemos indicado, la literatura gótica tuvo su origen durante la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra, durante el periodo conocido como Ilustración. Para conocer los motivos, debemos entender que en esa época las cosas estaban cambiando (más o menos como ahora con la implementación de la inteligencia artificial), y la realidad social se entendía cada vez más a través del prisma de la ciencia, la razón y las revoluciones tecnológicas.
Pero mucha gente no estaba dispuesta a dejar a un lado los misterios vinculados a la vida: lo sobrenatural, la muerte, las leyendas arcaicas, las profecías…
¿Por qué “gótica” si tuvo su origen en pleno siglo XVIII?
Los castillos, las torres, los monasterios o las catedrales (todos ellos de arquitectura gótica), son escenarios típicos en los que muchos autores góticos localizaron sus historias y cultivaron a sus personajes.
Además, como apuntamos antes, los escritores del siglo XVIII se inspiraban en leyendas, prácticas y creencias medievales, y ya sabemos cuál fue el estilo arquitectónico por antonomasia durante la época medieval: el gótico.
La primera novela gótica de la historia
La primera novela gótica se publicó en 1764, escrita por el autor Horace Walpole, y se tituló 'El castillo de Otranto'. Esta novela sentó las bases para la posterior expansión del género. En su segunda edición, el autor incluyó el siguiente subtítulo: “Una historia gótica”.
Una curiosidad: Walpole no usó su nombre cuando lanzó la primera edición de ‘El castillo de Otranto’. Parece ser que una novela de este calado podría haber resultado perjudicial para su reputación. Nada más lejos de la realidad, el libro fue todo un éxito.
Tras esta historia, que combinaba el gusto del autor por lo medieval con una ristra de elementos sobrenaturales en la trama, aparecieron otros autores y autoras que expandieron el género, y comenzaron a darle lustre a esta maravillosa corriente literaria.
Autores y obras más destacados de la literatura gótica
Si tuviéramos que delimitar, con rigidez, el periodo que comprende al goticismo temprano, deberíamos encuadrarlo entre los años 1764 y 1820:
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El castillo de Otranto (1764). Horace Walpole.
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El viejo barón inglés (1778). Clara Reeve.
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Vathek (1786). William Beckford.
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Los misterios de Udolfo (1794). Ann Radclife.
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El monje (1796). Matthew G. Lewis.
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Melmoth el errabundo (1820). Charles Maturin.
Características de la literatura gótica
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Criaturas sobrenaturales: fantasmas, brujas, vampiros y otros seres monstruosos son imprescindibles en este tipo de narrativa. Estas criaturas despiertan los temores más atávicos de los protagonistas, y desencadenan todo tipo de situaciones extremas.
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Los personajes suelen ser complejos, enigmáticos y atormentados; y por algún motivo no se les da muy bien compartir sus pesares con amigos y familiares. Así es como surgen personajes únicos: individuos solitarios, marcados por secretos oscuros, tragedias pasadas y una lucha interna constante.
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Además, los personajes principales suelen estar inmersos en pasiones prohibidas y amores trágicos; y los autores aprovechan la introducción de lo sobrenatural para aumentar esta tensión romántica.
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Los antagonistas, por su parte, encarnan el mal en su forma más cruda y retorcida, con motivaciones siniestras que los llevan a cometer actos terribles.
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Otra de las características de este tipo de literatura es la eterna lucha entre el bien y el mal.
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Así pues, en resumen, los protagonistas tienen que lidiar con diferentes desafíos, sobre todo con aquellos que pondrán en tela de juicio su propia cordura. Esta lucha proporciona una poderosa tensión narrativa y permite explorar cuestiones éticas y morales.
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Los escenarios de las historias góticas suelen ser imponentes castillos y mansiones, envueltos en un halo de decadencia y ruina. Lugares sombríos y lúgubres que ofrecen el clímax necesario para los eventos más importantes de la trama.
Evolución del terror gótico: el Romanticismo llegó para quedarse
En el siglo XIX, el género evolucionó dejando una huella imborrable en la historia de la literatura; entre otras cosas, debido a una fusión maravillosa entre el gótico inglés y el Romanticismo. Después de esto, el género propuso temas más complejos y personajes más elaborados.
El gótico mantuvo su razón de ser para los autores del Romanticismo, pero fue virando hacia un terror diferente. La oscuridad dejó de ser, tan solo, ese lugar físico donde habitaban espíritus vengativos. Desde este momento, la oscuridad se manifestaba también desde lo profundo de la mente humana (donde siempre habitan miedos familiares y cercanos).
Durante este tiempo, la época dorada de la narrativa gótica bajo mi punto de vista, se publicaron obras clave que se convertirían más tarde en clásicos de la literatura universal.
'Frankenstein', 'Drácula' y un cuervo
Frankenstein, publicada por primera vez en 1818, narra la historia del científico Victor Frankenstein y su creación: una criatura conformada por diferentes cadáveres. La novela explora temas como la ambición desmedida, la responsabilidad y la búsqueda de la identidad. ¿Existe alguien en el planeta que no conozca al monstruo de Frankenstein?
Drácula, publicada en 1897, presenta al icónico vampiro Conde Drácula; un ser que pretende expandir su reinado de terror y miseria más allá de Transilvania. Bram Stoker crea un ambiente escalofriante, y utiliza técnicas narrativas como diarios y cartas para sumergir al lector en la historia. El mito del vampiro alcanza su máximo esplendor con esta novela.
Por su parte, Edgar Allan Poe, más conocido por sus relatos, también aportó su sello distintivo al género gótico. Sus cuentos perturbadores y poéticos, como El cuervo, El corazón delator o La máscara de la Muerte Roja, por citar solo algunas de sus historias, exploran las profundidades de la psique humana, y han influenciado en el devenir artístico de muchos escritores, posteriores, de terror.
Esta “nueva versión” de la literatura gótica, durante la época victoriana, ofrece mucho más… Aquí van algunas recomendaciones personales (aparte de las obras ya mencionadas).
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Frankenstein (1818). Mary Shelley.
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El vampiro (1819). John W. Polidori.
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El corazón delator (1843). Allan Poe.
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El monte de las ánimas (1861). Gustavo Adolfo Becquer.
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Carmilla (1872). Sheridan Le Fanu.
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El retrato de Dorian Gray (1890). Oscar Wilde.
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Drácula (1897). Bram Stoker.
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Otra vuelta de tuerca (1898). Henry James.
La literatura gótica en los siglos XX y XXI: ¡Hola, soy Stephen King!
En el siglo XX, el terror gótico, como se conocía en el siglo XVIII, ya no existía; pero muchos de sus elementos, los más distintivos, aún perduraban (y aún hoy lo siguen haciendo). Es decir, a estas alturas, el género ya había cambiado tanto que se le empezó a asociar con términos como “terror moderno”. Los vampiros, fantasmas, hombres lobo y demás criaturas clásicas, dejaron paso a otro tipo de pesadillas, acordes a los nuevos tiempos.
Las historias se integraron con otros subgéneros, como el thriller psicológico. Se exploraron nuevas formas de generar suspense, y se añadieron elementos más modernos a las tramas, como la tecnología y la ciencia ficción. Autores como Stephen King en El Resplandor (1977) y Shirley Jackson en La maldición de Hill House (1959), reinventaron el género, abordando temáticas como la ansiedad, la familia, y reflejando los intereses y preocupaciones de la sociedad contemporánea.
Con la llegada del siglo XXI, este tipo de narrativa ha continuado su evolución. Los autores han optado por enfoques más introspectivos y reflexivos; y se han nutrido de técnicas experimentales, como las estructuras fragmentadas y los narradores no confiables.
El legado del terror gótico en el mundo
Su influencia perdura hasta nuestros días, y su impacto se puede apreciar en diferentes formas de expresión artística. En el cine, obras clásicas como Nosferatu (Murnau, 1922) o El gabinete del Dr. Caligari (Wiene, 1920), sentaron las bases del género; mientras que producciones más recientes como Crimson Peak (Guillermo del Toro, 2015) o House on Haunting of Hill (Malone, 1999 - remake), han rescatado la estética gótica y la han adaptado a las tendencias actuales.
En el ámbito de las series, producciones como The Haunting of Hill House (Mike Flanagan, 2018), Penny Dreadful (recomendadísima serie de John Logan, 2014) o American Horror Story han explorado los elementos del terror gótico de manera más amplia, fusionando diferentes subgéneros y ampliando sus universos narrativos.
Asimismo, los videojuegos también han sabido aprovechar la atmósfera inquietante del terror gótico para crear experiencias aún más inmersivas. Ejemplos destacados son la saga Silent Hill, el célebre Amnesia: The Dark Descent; la veterana saga Castlevania, o el exitoso videojuego creado en Sevilla (ciudad en la que nací) Blasphemous.
Muchas gracias por llegar hasta aquí. Si te gustan las historias de terror con la esencia del gótico, no olvides echarle un ojo a esta recopilación de microrrelatos oscuros que he ido escribiendo durante los últimos años. Historias de espíritus vengativos, casas malditas, demonios...
Referencias:
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Davenport-Hines - Gothic.
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Hogle, J. E. - The Cambridge Companion to Gothic Fiction.
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David Punter and Glennis Byron - The Gothic.
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Fred Botting - Gothic.
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E. J. Clery - The Rise of Supernatural Fiction.