Microrrelatos de terror sobre fantasmas
Microrrelatos sobre fantasmas y casas embrujadas con la esencia del terror gótico.
El vestido negro
Ya hacía tiempo que cada vez que usaba aquel elegante vestido, su apariencia cambiaba. Su rostro parecía envejecer, su pelo se agrietaba y sus labios desaparecían. Pero era su vestido favorito —lo lavaba, perfumaba y usaba cada día—. No se lo contó a nadie, segura de que todo se debía a la escasa luz que se filtraba por las ventanas y al revoloteo de las llamas de las velas: ella era joven, de cabellos oscuros y tez vívida. Entendió demasiado tarde lo que ocurría; por eso nadie pudo ayudarla cuando una silueta marchita salió desde las entrañas del espejo de su habitación y se la llevó para siempre.
Salvador Ortiz Serradilla
¡Mírame!
Aparece en mi habitación cada noche, cuando el reloj marca las doce, pero yo cierro los ojos. «¡Mírame!», me grita —me cubro el rostro con las sábanas—. «¡Mírame!», repite.
Gracias a Dios, tras la doceava campanada, el silencio siempre regresa; entonces, abro los ojos y no hay nadie más que yo en la habitación.
Pero esta noche es diferente. Me grita. Mis ojos están cerrados mientras cuento: diez, once y, por fin, doce campanadas… Pero los gritos prosiguen. El reloj ha enloquecido. Trece, quince..., veinte campanadas. La presencia no desaparece, me sigue gritando con su voz partida: ¡Mírame! ¡Mira lo que has hecho!
Salvador Ortiz Serradilla
La vieja casa
Desde que se mudaron a aquella casa, el pequeño temía a la oscuridad; no le gustaba estar solo en su habitación. Cada noche, su madre esperaba en el salón, leyendo un libro, a que su hijo se durmiera —el niño agradecía la escasa luz que le llegaba desde la estancia contigua—. Una noche, el pequeño se despertó a altas horas de la madrugada. Respiró aliviado al oír las hojas del libro pasando una a una, pero algo llamó su atención. Se levantó y caminó lentamente hacia el salón. Oyó de nuevo el sonido de las hojas del libro: «Mamá, ¿por qué estás leyendo con la luz apagada?», preguntó.
Salvador Ortiz Serradilla
